MUSEOLOGÍA Y CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO CIENTÍFICO. EL ROA.
En el año 2001, mamá y en paro, buscaba trabajo
intensamente. Entre las cosas que hacía, estaba el leer el BOE a diario en la
Biblioteca Municipal, en papel…jeje. Ahí encontré el anuncio de una Beca de
Investigación que otorgaba la Fundación Alvargonzalez, ubicada en Asturias,
para realizar un proyecto de investigación sobre los fondos del Real
Observatorio de la Armada en San Fernando (ROA). Me interesó. Fui al ROA a
preguntar o hablar con alguien sobre que les interesaba a ellos que hiciera el
proyecto.
En enero de 2021 se ha jubilado Paco...nooooooooo! nos ha dejado huérfanos a todos. Buaaaaaa. Antes de que se fuera, fui al ROA a hacer un monográfico sobre el Integrador, era algo que me hacía ilusión. Me quedó bien, y además fui un día a grabar el funcionamiento del Integrador con una demostración sobre una de las mesas de la biblioteca. Participamos Paco, yo y un amigo ingeniero al que lie para averiguar como se maneja el aparato e hiciera la demostración. Ayudaron su novia, química (que se coló...jeje) y la restauradora que estaba en el ROA por allí y aportó ideas y material. Todos estábamos entusiasmados. El video lo grabó mi amigo Jesús, realizador de Televisión que se trajo su cámara profesional. Pero el malage del director del ROA andaba por allí y nos dio la lata, sobre todo porque no puse en la lista de autorizados a la novia del ingeniero. Que pesadito. Lo he mandado y me lo han aceptado el artículo en la revista Llull.
Hasta el momento yo no había entrado nunca allí y
desconocía realmente en qué consistía aquella institución militar austera y
sería, en la que, al entrar, me vigilaban sauces, silencios, cámaras de vídeo y
me pidieron el DNI. No recuerdo con quien hablé, pero a quien fuera debí
contarle mi perfil formativo o profesional, de tal manera que me mandaron a
hablar con el bibliotecario. Entonces conocí a Francisco González González,
Paco, doctor, enorme conocedor de la historia del Observatorio y sobre todo
gran persona. Me orientó enseguida y me contó las carencias de su departamento
(se ocupa en solitario de la inmensa biblioteca histórica del ROA, de su
valiosísimo archivo histórico, la increíble colección de cartas náuticas y de
la impresionante colección de instrumentos científicos antiguos). En concreto
me dijo que la colección de instrumentos carecía de programación museológica,
que no sabían muy bien qué hacer con ellos, que solamente estaban mandando
algunos de ellos al relojero para que los fuera arreglando poco a poco. O sea,
que me propuso hacer un programa integral museológico y de restauración para
los instrumentos.
Lo hice, presenté el proyecto y gané la beca que era solo
una y a nivel nacional.
La Beca consistía en 4000€. Estuve 6 meses trabajando en el
Observatorio. Realicé un Proyecto integral de conservación, restauración y
museológico de la colección de instrumentos científicos que allí se conservan.
Al final el Ministerio de Defensa publicó mi trabajo en un libro dentro de su
colección de Boletín ROA. Mi primer libro…. ¡¡¡Incluso lo leyeron!! …porque 2
años después y mediante unos convenios que tenía (ya no) el Ministerio de
Defensa con el INEM para contratar a civiles con el fin de realizar trabajos
concretos en el Ministerio de Defensa con fondos del INEM, me contrataron en el
año 2004 durante 6 meses para restaurar y catalogar instrumentos. Catalogué
unos 200, y restauré unos 20 o 30.
La experiencia fue impresionante y una de las más placenteras
de mi vida. Comencé una de mis líneas de investigación preferidas: la
conservación y la musealización y puesta en valor del patrimonio científico,
sobre todo el marítimo. Aprendí muchísimo sobre el tema y sobre investigación.
Conocí una institución con un auténtico tesoro patrimonial oculto (la colección
de instrumentos del ROA le da diez vueltas a la del Observatorio de Greenwich
de Londres y a la del Museo de Historia de la Ciencia de Oxford). Conocí a
gente muy interesante que hoy son amigos, y viví la experiencia de trabajar en
un lugar realmente MÁGICO donde el silencio, los árboles y el sonido del viento
y de los pájaros eran míos...
Desde entonces he buscado miles de vías o caminos para
volver allí, para continuar con ese trabajo de investigación sobre su
colección, quiero conocerla al dedillo, cada vez que abren un almacén, aparecen
200 nuevos instrumentos en sus cajas, olvidados, quiero crear redes con otros
centros internacionales que tengan colecciones similares, espiar qué hacen con
ellas (como hizo Jorge Juan en el siglo XVIII cuando fue a Londres a espiar la
construcción del cronometro marino), y diseñar acciones reales y conseguirlas,
que pongan a la colección en el lugar que se merece, ponerla en valor, y que
sea un referente nacional,... pero que va, no hay manera,... becas de
movilidad, de investigación,...ninguna sale.
Pero ya se sabe, que abandonar el barco no es una opción...
Instrumentos del
ROA almacenados. Este armario cruje y está lleno de termitas.
Ha venido un bibliotecario nuevo al ROA. Es buena gente e intenta hacerlo muy bien. Pero no es Paco.
Por otro lado yo sigo sobre todo participando en congresos donde divulgar al menos, el patrimonio y la existencia del ROA y su colección. He entrado en el círculo selecto de los especialistas en instrumentos científicos antiguos a nivel internacional, que como es un tema muy concreto somos pocos y somos la elite...já. Eso me viene muy bien. Sobre todo, lo mejor fue participar en un congreso online en Londres organizado por Greenwich y el Museo de Ciencia de Londres y luego ir a Suiza a un congreso sobre relojes y por fin conocerlos en persona. Creo que les he caído muy bien, a pesar de mi horrible inglés, que me da muchos problemas en el listening. Suiza ha sido muy productiva. Luego me llamaron para participar en una mesa redonda online con los mayores especialistas para hablar del Trougthon&Simm que tuvo el ROA. También me han admitido en un congreso en Atenas. Dios, me encantaría ir presencial, pero no voy a tener dinero, el congreso dura toda una semana con excursiones y demás....ahhhhhyyy pero que va, además no me voy a poder quitar de en medio tanto tiempo. Bueno.
Lo que sí he conseguido es ¡¡¡una estancia de investigación en la Universidad de Cambridge!!!! pero eso da ya para otra entrada en el Blog...
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