LA DOCENCIA EN LA UNIVERSIDAD Y EL PROYECTO LABART

 De este proyecto no tengo ni ganas de hablar. El mundo académico y sobre todo, la carrera de profesor universitario está llena de condiciones y requisitos que a veces son absurdos, ridículos, injustos, agotadores en lo innecesario y matadores de la creatividad. Como no he conseguido entrar en el departamento de Historia del Arte de la Universidad de Cádiz (que por mi formación, trayectoria y sobre todo, interés, es donde debería estar), por una serie de desdichas y malas suertes encadenadas, además de la horda de historiadores del arte capillitas y frikis que copan esas áreas como una secta incha de enchufes y publicaciones fantasma, pues estoy en otro. En 2010 me llamaron para una sustitución como interina en el Departamento de didáctica de la Educación Física, Plástica y Musical, en el Área de Plástica. Por haber hecho Bellas Artes, vaya. Pero la experiencia me gustó muchísimo, me refiero a la docencia en la Universidad. nada que ver con otras docencias experimentadas (secundaria,...). Aquí los alumnos sí quieren aprender y eso es una gran diferencia porque te dedicas a eso, a enseñar. Y su interés te hace tener ganas de enseñar, de hacerlo bien y todo ello crea un clima que hace que se disfrute de la docencia y no un sufrimiento insoportable. Además me gustaron las condiciones laborales: hay mucha libertad de cátedra, nadie te controla, los padres dando por saco no existen, y las horas de docencia son pocas a la semana, el resto es tiempo libre para investigación que te organizas a tu bola. Además muchos periodos incluso en los que no hay clases. Libertad y haciendo un trabajo en el que se disfruta: docencia "de verdad" e investigación. Esto es lo mío. Aquí me quiero jubilar. 

Esto hizo que me replanteara cosas. Por ejemplo, tenía que hacer la tesis y dirigir mi Curriculum a esto, a lo que me iban a pedir para valorarme y subir puestos en esa bolsa de interinos en la que me había metido por casualidad. Pero aquella había sido una contratación puntual por una circunstancia concreta aunque fue por un año. A partir de aquí vino la crisis económica a nivel mundial, la que llamaron "del ladrillo" por el estallido de la burbuja inmobiliaria...y la universidad paró durante varios años las contrataciones, la orden fue, hay que aviarse con lo que tenemos. No me llamaron de ninguna universidad hasta el curso 2014-15. Durante esos años me dediqué a sacar la tesis en un tiempo record (apenas 2 años, no me quedaba otra) y un master en patrimonio histórico en la UCA... Y a intentar sobrevivir, porque en 2012 por la crisis me quedé en paro, y además me divorcié, y la situación personal se volvió muy muy cruda. En 2014 me llamaron de la bolsa de interinos de la Universidad de Sevilla para el mismo departamento y me fui. Pagaban poquísimo pero no podía rechazarlo (no me dejaban). Ganaba 600€ y la mitad se iba en el tren. Me quedaban 300€ al mes para vivir y solo la hipoteca eran más de 400€... así que... menudo cuadro. Lo pasé muy mal. En San Fernando seguían mis hijas a las que criaba sola, la casa. Yo seguía investigando a trompicones: congresos, publicaciones en revistas no muy buenas,... Y además en ese departamento había una jauría de cabrones insoportables que nos hacían bullying. Lo único bueno fue conocer a Remedios Zafra, la única profe amable y que valía un montón. Ella ya era Titular. Pero lo pasaba igual de mal con esa gente. Después me enteré que se fue al CSIC. Me alegro por ella, se lo merecía. 

Al curso siguiente me iban a renovar, pero me llamaron para trabajar en la escuela de Arte de Jerez ... y me fui. No aguantaba más, en Jerez me ofrecían 1800€ al mes y yo estaba ahogada y desesperada. Tuve que renunciar a Sevilla. Estuve 3 años trabajando en las escuelas de Arte de Jerez, Algeciras y Cádiz. 

Esto y otras cosas me ayudaron a recuperarme económicamente, y también a afianzar mi objetivo de trabajar en la universidad. Así que cuando me llamaron otra vez de la de Cádiz en octubre de 2018, aunque era otra vez con un contrato a tiempo parcial y cobrando 600€ al mes, me tiré al barro y acepté. Tuve buen ojo, porque esta vez la sustitución era por un profesor que se jubilaba...y eso si daba cierta seguridad y continuidad a la plaza. Al año siguiente ya me hicieron el contrato a tiempo completo, y así sigo. 

Ya es 2022 y han sacado mi plaza de ayudante doctor, la he echado y a ver si hay suerte y no aparece ningún hijoputa de la quinta puñeta y me la quita. En mi departamento están muy contentos conmigo. A ver qué pasa. Durante este tiempo he tenido que pivotar mi perfil de investigadora hacia la educación artística, porque es de lo que doy clase aquí. Así, por cojones. Porque si no, no iba a poder conseguir la acreditación de ANECA y afianzar mi plaza. 

Y aquí es donde aparece el proyecto "LabArt. Laboratorio de didácticas del Arte". Proyecto que me he inventado, y como proyecto marco engloba bajo él a todas las acciones de investigación que estoy haciendo en este perfil. 

En estos años he conseguido la acreditación ANECA para ayudante doctor y contratado doctor, pero el departamento se pisaba los huevos para convocar mi plaza, las políticas de Personal de la Universidad tampoco ayudaban. Al final se ha convocado ya gracias al nuevo director del departamento que ha hecho presión. tengo que reconocer que desde 2010 que tuve mi primer contrato en la universidad voy a afianzar la plaza en 2022 porque he tenido muy mala suerte, me han pillado 2 crisis económicas (la del ladrillo y la del covid) y además los años de peor política en las universidades respecto a los interinos y la promoción de sus carreras. Ahora parece ser que con la nueva ley esto va a mejorar bastante, pero vaya tela. 

De todas formas hay que reconocer que la carrera como profesor universitario es lenta, una carrera de fondo, pero yo, como he llegado tarde a ella y no he seguido el recorrido tradicional que hubiera sido hacer el doctorado nada mas terminar la carrera y entrar enseguida como interina, pues he tenido que meter el turbo a lo bestia, porque si no, me va a coger el toro. Tanto es así, que tal como me hagan el contrato de ayudante doctor, me dan 5 años para conseguir la acreditación de Titular, pero yo creo que la voy a conseguir para dentro de dos años. Ahí si que me voy a echar a dormir, le den por saco a la acreditación de catedrática. Yo ya siendo Titular seré funcionaria de pleno derecho, fija, con un muy buen sueldo y pocas horas de docencia así que le van a dar por saco a a la investigación, esa que he tenido que hacer a contrarreloj, durante 12 horas diarias durante la última década. Mira que es bonita, pero estoy reventada, quemada y muy harta de tener que renunciar a muchas parcelas de mi vida personal, mi pareja, mis hijas, familia, amigos y hobbies personales. Me dedicaré durante un tiempo a hacer lo que me dé la gana (formación en literatura y escribir una novela, hacer más deporte) y ya luego si me apetece me dedicaré a investigar sólo lo que quiera. 

Bueno, pues hablando ya de LABART, me he dedicado a diversas acciones: proyectos de innovación docente, he intentado internacionalización que no me ha salido, y sobre todo estoy trabajando proyectos de talleres artísticos con adolescentes de altas capacidades de los que he sacado artículos y comunicaciones en congresos. Y he recopilado por ahora unas 200 Historias de Vida sobre la relación con la educación que los alumnos que tengo en el Grado y en el Master tuvieron de niños y como les ha marcado. Con esto espero hacer este año un artículo que poder colocar en una revista de alto impacto. 

Taller Altas Capacidades en la UCA







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